Antes que nada hay que definir cuál es el significado de lo que es autoestima; y esta es el aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo.
Hay cinco tipos de autoestima, las cuales son: autoestima alta estable, autoestima alta inestable, autoestima baja inestable, autoestima baja estable, auto estima inflada.
Pero por cuestiones de espacio y de tiempo nos enfocaremos en dos etapas de la auto estima. Las demás solo rodean a estas dos solo que en sus extremos.
AUTOESTIMA ALTA:
La autoestima alta es aquella que una persona tiene cuando se valora positivamente a sí misma. Es tener una autoimagen positiva. Es importante porque es indispensable para vivir una vida que valga la pena, Me facilita el crecimiento, puedo sentirme feliz y libre. Esto significa que tengo amor por mí mismo.
La autoestima alta se cosecha desde niños, por lo tanto el apoyo que recibimos en casa, la escuela, y la relación con otras personas, condicionan la autoestima en niños. Si desde pequeños te sientes querido y respaldado tendrás mayores posibilidades de ser una persona con autoestima alta.
Veamos las características de las personas que tienen autoestima alta:

  1. Saben que cosas pueden hacer bien y que pueden mejorar.
  2. Se sienten bien consigo mismas.
  3. No temen hablar con otras personas.
  4. Saben identificar y expresar sus emociones a otras personas.
  5. Participan en las actividades que se desarrollan en su entorno, centro de trabajo, estudio, etc.
  6. Les gustan los retos y no les temen.
  7. Se valen por sí mismas ante las situaciones que se les presentan, implica dar y pedir apoyo.
  8. Se interesan por los otros con sentido de ayuda y están dispuestos a colaborar con las demás personas, sin críticas negativas.
  9. Luchan por alcanzar por lo que quieren.
  10. Disfrutan de las cosas divertidas de la vida, tanto de la propia como de la de los demás. Se alegran de que a los demás les vaya bien.
  11. Comparten con otras personas sus sentimientos.
  12. Tienen la habilidad de perdonar a los demás y también de saber admitir sus errores.
  13. Tienen la capacidad para reconocer sus propios logros en la vida.
  14. Son independientes, pero también saben cuando pedir ayuda.
  15. Saben plantear su punto de vista desde una perspectiva diferente. De la misma forma saben explicar cuando no están de acuerdo y por qué.
  16. Son personas seguras de quiénes son y con toda seguridad sobre ellos mismos.
  17. No temen a los cambios en su vida, más bien los ven bienvenidos.

AUTOESTIMA BAJA:
Por el contrario la autoestima baja, se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma. Estas personas no se aceptan, no hay manera que se sientan bien consigo mismas, no se respetan, no se valoran y no creen que haya salida de ese ciclo vicioso.
Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “NO” al otro sin sentirse mal por ello.
Características de las personas con autoestima baja:

  1. Tienen la tendencia de sentir y pensar constantemente en forma negativa.
  2. Viven a la defensiva y siempre sospechando de los demás.
  3. No ponen límites en sus relaciones porque tienen miedo de ser abandonados.
  4. Se sienten y actúan como una víctima. Esperan lo peor.
  5. Juzgan constantemente, y lo hacen porque esta tendencia los hace sentir superiores a los demás.
  6. Exageran, pretenden y mienten a causa de su inseguridad.
  7. Se sienten avergonzados de sí mismos, siempre le echan la culpa a los demás, y son muy críticos.
  8. Quieren que los demás los vean como buenos, siempre están buscando la aprobación de los demás.
  9. Son pesimistas y negativos.
  10. Siempre racionalizan por miedo al cambio.
  11. Celosos, envidiosos, se sienten sin valor ni dignidad y especialmente que no merecen recibir el amor de los demás.
  12. Perfeccionistas, por miedo al fracaso y a cometer errores.
  13. Dependientes, buscan relaciones emocionalmente destructivas. Tienen adicciones, son compulsivos y padecen de desordenes alimenticios.
  14. No son capaces de mantener intimidad en sus relaciones.
  15. No aceptan cumplidos ni halagos.
  16. Excesiva ansiedad y preocupación.
  17. Miedo de conocerse a sí mismos.
  18. Responden con irracionalidad y están regidos por sus emociones.
  19. Falta de propósito en su vida, confusión y falta de dirección.
  20. Se sienten inadecuados enfrentando nuevas situaciones por su inseguridad y perfeccionismo.
  21. Muy vulnerables de la opinión de los demás, comentarios y actitudes.

Como cristianos muy frecuentemente confundimos la autoestima baja con la humildad, cosa que es totalmente diferente una de la otra. Porque la humildad es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable, en la medida en que uno se vuelve humilde adquiere grandeza en el corazón de los demás.
Una persona que tiene humildad no tiene complejos de superioridad, ni tiene la necesidad de estar recordándoles constantemente a los demás sus éxitos y logros; mucho menos los usa para pisotear a las personas de su entorno. Es una cualidad humana independientemente de la posición económica y social de la persona, la persona humilde no pretende estar ni por encima ni por debajo de los demás, sino que todos somos iguales. De allí que ser humilde no implique dejarse humillar, pues la humildad no supone una renuncia a la dignidad propia como personas.
La importancia de tener una autoestima alta es porque al amarnos a nosotros mismos, podemos amar a los que nos rodean y amar a Dios. Hay ayuda para quienes no tenemos esta capacidad, aquí hay algunos puntos que nos pueden ayudar a aumentar nuestra autoestima:

  1. Maneja tus críticas internas; no seas tan duro contigo mismo.
  2. Concéntrate en lo que te está yendo bien; busca siempre algo positivo, escribe tres cosas positivas, de ti mismo, y de las cosas buenas que pasaron durante ese día debido a un acto o esfuerzo tuyo.
  3. Piensa en los errores como oportunidades de aprendizaje.
  4. Modifica los pensamientos que te hacen sentir inferior. No te compares con nadie. Eres único y eso te hace especial.
  5. Recuérdate que todos se destacan en diferentes cosas. Concéntrate en lo que haces bien, y celebra el éxito de otros. Acéptate a ti mismo y saca lo mejor de la situación.
  6. Prueba cosas nuevas y date el crédito. Experimenta con diferentes actividades que te ayuden a conectarte con tus talentos.
  7. Reconoce lo que puedes y no puedes cambiar.
  8. Establece metas. Piensa en lo que te gustaría lograr. Después, haz un plan para determinar cómo lograrlo.
  9. No tengas miedo de expresar tus ideas y opiniones. Si alguien no está de acuerdo solamente es porque piensa diferente, no porque quiere criticarte.
  10. Acepta los elogios.
  11. Ayuda a alguien, tu opinión de ti mismo crecerá, y te hará sentir bien. Eso es autoestima.
  12. ¡Haz ejercicio físico!
  13. Relájate y diviértete.

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente…
Y amaras a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:37 y 39).
Dios nos invita a amarle y a amar a otros como a nosotros mismos, si no podemos amarnos no podemos amar.