Independientemente de lo que la sociedad diga, de que es un padre, es verdad que hay hombres que se merecen el título de “padre del año”.

Un padre generalmente es el que provee para que su familia esté bien, trabaja mucho y logra la estabilidad económica del hogar. Sin embargo hay quienes no solo hacen esto sino que se ocupan de dar amor para sus hijos y de escucharlos. De estar en casi todas las actividades que de sus niños y de celebrar sus triunfos y victorias. Así como de sostenerlos en sus derrotas y fracasos. Impulsarlos a seguir adelante, enseñándoles que si caen pueden volver a levantarse, seguir adelante.

Aquel padre que enseña a su hijo a amar a Dios por sobre todas las cosas, a respetar a su madre y al mundo que le rodea, no solo de palabras sino en ejemplo, es un padre al que con orgullo se le dice “papá”.

En realidad no importa si es rico o pobre, si es guapo o feo; si es un padre que vela por su familia, que ora y pide a Dios sabiduría para guiar a su familia. Tendrá la bendición de tener hijos que lo llamen papá con amor.

Hoy hay padres que luchan solos por sus hijos. “Padres solteros”, que estudian, trabajan y se dedican a sacar solos a sus hijos, de verdad que merecen respeto y aplauso, especialmente cuando éstos son jovencitos a quienes sus novias o esposas los han abandonado con sus bebés, o han quedado viudos a muy temprana edad.

El respeto a un padre se gana porque también, ha enseñado a respetar.

El amor a un padre se gana, cuando también ha dado amor.

La admiración a un padre se da, cuando también ha dado el mejor ejemplo que pueda dar. A pesar de sus defectos.

La superación de un padre se aplaude, cuando marca camino para que sus hijos le sigan. Con el camino cuesta arriba ha logrado salir adelante.

Hay un refrán que reza de la siguiente manera: “Papi, tu vas haciendo camino, yo sigo tus huellas.”

El mejor ejemplo de padre que podamos tener, es el de Dios mismo, que a pesar que somos hijos ingratos con El, El siempre está dispuesto a dar.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su único hijo, para que todo aquel que en El crea, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16

Dedicado con amor a mi Dios, mis abuelitos, mi papi y a mi esposo.