“¡Necesito hablar contigo! Ya no sé cómo soportar esto,” exclamo Julio con lágrimas en sus ojos. “Oro todos los días y siento que Dios no me escucha. No puedo dormir, mi mente esta atribulada. Por favor, dime que debo hacer.”
Aquel sábado de tarde, Julio buscaba mi consejo como su anciano de iglesia. Su situación económica iba de mal en peor. Casado y sin casa fija. Como si fuera poco, el banco llamaba insistentemente para cobrar ciertas deudas que se habían acumulado. Su esposa era la única que trabajaba y su pequeño ingreso solo bastaba para mantenerlos alimentados y pagar la gasolina. Sin duda las cosas no estaban saliendo como Julio las había planificado. No obstante, él había escuchado mi testimonio en un culto de oración – de como Dios había sostenido mi hogar en medio de un año difícil, pero por encima de todo, me había dado paz – y ahora buscaba comprender como obtener esa paz en medio de su crisis.
La más importante resolución
Desconozco la condición en la que estas iniciando este nuevo año. Probablemente tengas una larga lista de resoluciones que alcanzar. Tal vez eres parte del 38% de personas que nunca hace una resolución, o simplemente puede que tu año no este iniciando con un panorama favorable como fue el caso de Julio. Sea cual sea tu situación, deseo exhortarte a vivir la más importante resolución para este año. El sabio Salomón la resume en Proverbios 12:20 diciendo “¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!” (Nueva Traducción Viviente).
Verás, normalmente establecemos metas y resoluciones al inicio de un nuevo año porque queremos ser felices o vivir en paz. Lamentablemente tendemos a enfocar nuestras acciones en lograr estos objetivos para entonces poder decir que tenemos paz y alegría. Sin embargo, en el texto, Salomón nos insta a invertir esta ecuación. Por medio del verbo procurar, nos llama a una acción – la búsqueda de paz – que al lograrla, producirá en nosotros alegría independientemente del éxito o fracaso de nuestras metas cotidianas.
Busca la paz y mantenla
Aunque nuestras resoluciones personales tengan las mejores intenciones, no siempre son fáciles de obtener, ni se cumplen como deseamos. Correr tu primera maratón de 42KM puede resultar completamente estresante. Bajar de peso o convertirte en vegetariano puede generar mayores gastos en tu presupuesto. Lograr la unidad y reavivamiento que tanto deseas en tu iglesia podria ser una meta llena de obstáculos. Ante tantos eventos en la vida que con facilidad pueden causar estrés o desanimo, Dios en su palabra nos pide “busca la paz y esfuérzate por mantenerla” 1 Pedro 3:11 (NTV).
La paz no es más que un estado de tranquilidad. Un estado en el que podemos disfrutar de plena alegría y comunión con Dios. Un estado que a pesar de las pruebas y tristezas que podamos enfrentar en el 2017, tenemos la certeza de que Dios ya venció por nosotros (Juan 16:33). Tranquilidad al saber que nuestras ansiedades están en mano de nuestro Padre celestial (1 Pedro 5:17). Seguridad en Cristo al descansar cada noche (Salmos 4:8), y por encima de todas las cosas la bendición de ser llamados hijos de Dios al vivir en paz (Mateo 5:9) independientemente de las condiciones que experimentemos en nuestra vida.
Sin duda alguna el 2017 puede ser un año lleno de paz en tu vida. Haz la firme resolución hoy de vivir en Cristo Jesús. Él te llenara de aquella paz que sobrepasa todo entendimiento y toda circunstancia.
–Johann De Dier es un escritor autónomo que vive en Panamá