Si bien es cierto en muchos casos el divorcio es inminente, las consecuencias del mismo son realmente perjudiciales, especialmente para los hijos. Muchos creen en el mito de que no hay ninguna consecuencia, pero no es así.
En estadísticas recientes podemos observar que la mayoría de los niños que atraviesan esta situación tienen problemas sicológicos y de adaptación en la sociedad.
Analicemos detenidamente las siguientes estadísticas:
- El cincuenta por ciento de las familias norte americanas, pertenecen a segundas uniones.
- El cincuenta por ciento de los setenta millones de niños vive con uno solo de sus progenitores.
- El cuarenta y un por ciento de los hijos de padres separados, son temerosos, agresivos, tienen baja autoestima, presentan dificultades en su comportamiento o desempeño escolar.
- Solo el cuarenta y cinco por ciento de los niños, supera satisfactoriamente el divorcio de sus padres.
En la mayoría de los casos vemos que sí hay efectos secundarios. En otros estudios se menciona que los niños con edad preescolar se sienten inseguros, abandonados y con muchos miedos. Es la relación de pareja la que hace que los niños se sientan protegidos y seguros.
Algunos expertos nos advierten que la edad más difícil es la de seis a doce años, pues en ella los niños se dan cuenta que tienen un problema y que les duele pero no saben cómo comportarse ante el dolor.
En los adolescentes experimentan miedo, soledad, depresión, culpabilidad. Y dudan de su capacidad para casarse o mantener una relación.
Aun veinticinco años después del divorcio los niños (ahora ya adultos) experimentan miedo al abandono.
Es imperativo que los padres que están en este proceso (de divorcio) nunca les hablen mal de su pareja a sus hijos. Para los hijos lo más sagrado que tienen son los padres. Y no los usen de muletas en el sentido de hablarles de sus sentimientos y tristezas, pues aunque muestren empatía, no están preparados emocionalmente para la carga que se les pone encima, ya es suficiente con el pesar que ellos están experimentando.
El cincuenta por ciento de las niñas que no tienen contacto con su padre, resultan embarazadas. Y el cincuenta por ciento de los niños que no tienen contacto con sus padres resultan con problemas de drogadicción.
Es necesario que si se está pensando en el divorcio, tenga todos estos factores en cuenta.
Claro está, el divorcio a veces es la mejor opción, cuando hay abuso de parte de la pareja, y no se experimenta la superación personal y la estabilidad emocional del hogar.
Es mejor terminar de la mejor manera, y estar en contacto con los niños, apoyarlos y no hacerles forzada la convivencia con quien no les guste. Búsqueles ayuda profesional. Y pida a Dios sabiduría. Y recordemos:
Herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre. (Salmos 127:3).
Fuente: Gloria Isaza. (Divorcio Padres y sicología)
Dr. José García. (Efecto del divorcio en los niños)