Para continuar con nuestro tema de la salud mental, es necesario que sepamos bien la diferencia entre lo que es nuestro cerebro y la mente:

El cerebro es la materia gris que ocupa nuestro cráneo y es el órgano principal del sistema nervioso, cuyas funciones hemos estudiado en nuestro artículo anterior. Mientras que la mente, es el término utilizado para describir las funciones superiores del cerebro. Esto incluye las cosas que hacen los seres humanos que son conscientes subjetivamente como la personalidad, pensamiento, razón, memoria, inteligencia y emoción.

En términos simples, el cerebro es físico. Es una pieza específica y física de la materia gris, mientras que la mente es un ente no físico. El cerebro es la materia concreta y la mente es la forma en que opera.

  ¿Qué es la mente?

La mente se puede definir como el conjunto facultades intelectuales o mentales de una persona. La mente humana hace referencia al grupo de procesos psíquicos de carácter cognitivo que engloban funciones como la percepción, memoria, razonamiento (funciones ejecutivas), etc. Dependiendo de cómo se conecten y activen las neuronas de las distintas partes de nuestro cerebro, nuestras capacidades metales serán más o menos eficientes.

Principales capacidades cognitivas que conforman la mente:


Atención
: La atención es la base para comunicarnos con el mundo externo y con nuestro mundo interno. Esta capacidad cognitiva nos permite centrarnos en los estímulos que nos rodean para actuar en consecuencia.

Percepción: La percepción es la capacidad mental que hace posible que interpretemos la información que vemos, oímos, olemos, saboreamos o sentimos. Gracias a la percepción, damos sentido a nuestro entorno y a las sensaciones de nuestro propio cuerpo.

Memoria: La memoria nos permite incorporar, almacenar y recuperar información de nuestras vivencias o de aquello que hemos aprendido. Es la capacidad de crear recuerdos y de acceder a ellos.

Razonamiento (Funciones ejecutivas): Las funciones cognitivas superiores, como el razonamiento, hacen posible que relacionemos la información que percibimos con la información que tenemos almacenada, que generemos hipótesis y solucionemos los problemas que se nos plantean.

Coordinación: La coordinación consiste en la capacidad para realizar movimientos de manera eficiente, precisa y ordenada. La coordinación es la función mental responsable de que podamos interactuar con nuestro entorno eficazmente.

Al ver todas las funciones que nuestro cerebro y nuestra mente tienen, es muy importante su cuidado y ejercitarlo para mantenerlo saludable y evitar así las diferentes enfermedades mentales.

La ciencia ha demostrado que sus herramientas clínicas permiten activar, ejercitar y fortalecer importantes capacidades mentales (memoria, planificación, atención, funciones ejecutivas, percepción, etc… y las más de 20 habilidades cognitivas que los integran.

Hay ahora muchos lugares que ofrecen el mejoramiento de las capacidades mentales gratis por internet, es muy bueno que las pongamos en práctica.

Nuestras  capacidades mentales o cognitivas básicas son la base para nuestro funcionamiento mental.   A lo largo de nuestra vida, vamos desarrollando estas capacidades en función de nuestra genética y nuestra experiencia. ¿Cómo podemos mejorar la mente? La plasticidad cerebral  permite a nuestro cerebro adaptarse a las exigencias de nuestro entorno. Esto significa que, dependiendo de cómo estimulemos nuestras capacidades cognitivas, éstas se desarrollarán en mayor o menor medida, dentro de las posibilidades de cada individuo.

Y ¿cuál es la importancia de estos temas para nosotros los cristianos? ¿Por qué es tan importante conocer nuestro cerebro y la mente y sus funciones?

La Biblia constantemente nos estimula a buscar a Dios quien es la fuente de sabiduría. Nos estimula constantemente y especialmente en el libro de Proverbios a buscar la inteligencia. “Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová. Y Hallarás el conocimiento de Dios.”(Proverbios 2:3-5)

Es necesario en estos tiempos que seamos más inteligentes que nunca, que podamos distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo. Es necesario estar conscientes de nuestro entorno para no caer en tentación.  No es por demás decir que hoy por hoy caemos en la trampa de tener nuestros cerebros ocupados en otras cosas que no nos edifican y que nos mantienen distraídos de la realidad del mundo en que vivimos.  La tecnología es muy importante pero así como todo en esta vida, hay que ser sabios para poderla usar.  Preguntémonos constantemente si lo que vemos, oímos, sentimos o decimos, nos está edificando espiritualmente.

Si nuestros ojos fueran abiertos al mundo espiritual, miraríamos al enemigo luchando por el control de nuestras mentes. Y parece que lo está logrando.  Pero recordemos que solo depende de nosotros, si le damos el control a Dios o al enemigo de nuestras almas. Es nuestra decisión.

“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;

Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

Engrandécela y ella te engrandecerá;

Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

Adorno de gracia dará a tu cabeza;

Corona de hermosura te entregará.”

(Proverbios 4:7-9)