Nací en 1969 en Guatemala ciudad. En mi cultura y por ese entonces la educación era poco apreciada. Pero mi madre una mujer muy trabajadora y que hubiera dado todo por estudiar, me inscribió en la escuela, dando la sorpresa a mi padre quien viajaba mucho. Una mañana, que él estaba en casa le preguntó a mi madre: “¿A dónde va la nena?”, a lo que mi madre feliz le contesto: “a la escuela”. Mis padres no habían tenido una educación completa, mi padre solo había llegado al sexto año de primaria y mi madre un poquito más, alcanzando a ser secretaria.
Y la verdad es que solo ese poco de educación bastaba para salir adelante, había trabajo y un salario que alcanzaba para nuestras necesidades.
Hoy pareciera ilógica la pregunta de mi padre, pues ir a la escuela para muchos es algo común, y la educación en muchos países es una cuestión regular.
Y en otros se trabaja demasiado para tener acceso a la educación universitaria. Son muy raros los jóvenes que la alcanzan por ser demasiado costosa.
Y a eso le sumamos que somos educados por la televisión en la que la mayoría de los canales están encasillando a las personas de tal manera que los valores y principios de las personas están en el suelo. Por ejemplo: es preocupante que las mujeres solo sean presentadas como objetos y no como personas. Y que a los niños se les enseñe que son fuertes, todo lo pueden y tienen el control, y que sus necesidades tienen prioridad en las relaciones con las mujeres. Pero esto no es normal, es aprendido.
Hoy por hoy vemos niñas de 13 años que no están de acuerdo con su cuerpo y que a los 17 años esta tendencia sube en un 78%. El 65% de las mujeres y niñas tienen trastornos alimenticios y el 17% se cortan así mismas. También se muestra que la depresión se ha duplicado entre el año 2000 y 2010.
Los Jóvenes varones al ver una modelo, juzgan a las mujeres duramente, cuando en realidad es un efecto subliminal, pues la mayoría no es una imagen real, porque son imágenes compuestas por la computadora. Muchas de las jóvenes ahora prefieren hacerse un lifting facial que cuesta alrededor de $11,000, y no pagar la universidad. Que a la larga les beneficiaria mas.
Como cristianos debiéramos de empujar la educación de nuestros hijos. Especialmente como hispanos, debiéramos impulsar a nuestros hijos a ver menos televisión, y a leer más. A que nuestras hijas salgan adelante, puesto que en este mundo la educación es lo más valioso que nosotros como padres les podemos dejar. Al luchar por su educación, se hacen un favor ellos mismos. Nadie podrá moldear su mente, puesto que sabrán pensar adecuadamente.
Y esto hace que distingamos entre el bien y el mal, porque sabremos con certeza cual camino debemos andar.
Miremos el ejemplo de Malala Yousafzai; Malala es conocida por su activismo a favor de los derechos civiles, especialmente de los derechos de las mujeres en el valle del río Swat, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa del noroeste de Pakistán, donde el régimen talibán ha prohibido la asistencia a la escuela de las niñas. Sobrevivió un atentado contra su vida, donde le dispararon en la cara, y aún así no calló y siguió defendiendo el derecho a educarse para las niñas de su país. Esta niña que hoy tiene 20 años, atiende la universidad de Oxford y es ganadora de premios internacionales tales como:
- 2011, Premio Nacional por la Paz, por su defensa de la educación de las niñas, Pakistán.
- 2013, Premio Simone de Beauvoir, Francia.
- 2013, Premio UNICEF de España por su defensa del derecho de las niñas a la educación.
- 2013, Premio de la Paz Internacional Tipperary, Gran Bretaña.
- 2013, Premio Embajador de Conciencia por Amnistía Internacional.
- 2013, Premio Internacional Infantil de la Paz, Holanda.
- 2013, Premio Internacional Cataluña, España.
- 27 de septiembre de 2013, Premio Clinton Ciudadano Global por la Fundación Clinton, Estados Unidos.
- 2013, Premio Peter Gomes de la Universidad de Harvard.
- 2013, Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de la Eurocámara.
- 2013, Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación de el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación de México.
- 2014, Premio Nobel de la Paz “por su lucha contra la supresión de los niños y jóvenes y por el derecho de todos los niños a la educación.”
Es la premio Nobel más joven de la historia.
Dios nos ha dejado un hermoso cerebro, para pensar, nos ha dado libertad, y quiere que nos eduquemos. Al tener más educación podremos escudriñar las escrituras con más deserción y podremos tener más sabiduría, porque tendremos el hábito de estudiar y de leer.
Dios nos ha llamado a ser cabeza y no cola (Deuteronomio 28:13)
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
Su loor permanece para siempre.” (Salmos 111:10).