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Estaba amaneciendo en el mar de Galilea. El mar de Galilea pertenecía a el territorio de la tribu de Neftalí. Jesús llegó a las costas del mar de Galilea para descansar, orar y prepararse para comenzar un nuevo día. A la misma hora, en el mismo lugar, los discípulos llegaban cansados, fatigados, frustrados, sin esperanza por haber pasado toda una noche sin poder pescar nada. 

 

Cuando la gente se enteró donde estaba Jesús lo siguió para escucharlo. Había Ancianos y jóvenes, ricos y pobres, comerciantes y rabinos. Sanos y enfermos escuchando a alguien que enseñaba con la autoridad del cielo. Cumpliendo lo que el profeta Isaías había dicho: “Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí camino del mar…El pueblo que habitaba en tinieblas vio gran luz…” Mateo 4:15-16. 

 

Mientras Jesús estaba enseñando a la gente los discípulos estaban lavando las redes y escuchando las palabras de Jesús. Estaban dejando todo en orden para la próxima pesca. Hoy también tenemos la oportunidad mientras trabajamos de escuchar un sermón en “YouTube” o alabanzas en “Spotyfy”.

 

Dice la Biblia en Romanos 10:17. “La FE es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” Mientras trabajaban escuchaban la palabra de Dios y eso desarrolló FE en los pescadores. 

 

Primera Orden de Jesús. Aparta de la tierra un poco. Era muy fácil lo que le pidió a Pedro. Para obedecer esta orden no necesitaba FE. Pero, muchas veces no queremos obedecer lo fácil, lo sencillo, que nos pide el Señor y hablamos, y pensamos que seremos fieles en tiempos difíciles, como la persecución. Naamán también tenía este problema. El estaba dispuesto a hacer cosas difíciles Sus siervos le preguntan: Si el profeta te mandara a hacer algo difícil ¿No lo harías? Solo te ha dicho: “lávate y serás limpio” La orden fue sencilla y Pedro la obedeció.

 

Segunda orden. Mar adentro – y echad vuestras redes. Ahora este pedido de Jesús era mas difícil. Echar las redes en el momento incorrecto y en el lugar incorrecto. Pedro había estado pensando toda la noche en Juan el Bautista. El fracaso de la misión en Judea. La maldad de los sacerdotes y rabinos y ahora mirando las redes vacías se sentía había fracasado como pescador. El futuro parecía oscuro sin esperanza. Pero por amor al maestro obedeció. Sí Pedro no hubiera obedecido la primera orden, sencilla, no hubiera sido testigo de este gran milagro. 

 

Muchas veces queremos ver milagros, pero no estamos dispuestos a obedecer las cosas sencillas que el Señor nos pide para poder ver su obra. Sí ofreciéramos un seminario gratis sobre: ¿Cómo ahorrar un centavo? ¿Cuánto se anotarían y vendrían a aprender? NADIE. Pero sí ofreciéramos un seminario sobre: ¿Cómo ahorrar un millón de dólares antes los 60 años? creo MUCHOS se interesarían. El abuelo de mi esposa decía: “Cuida los centavos que los billetes de 1 dólar se cuidan solos. ¿Es difícil ahorrar un céntimo? ¡NO! Todos lo podemos hacer. Pero no le damos el valor a las cosas pequeñas. Pero para ver cosas más grandes tenemos que comenzar obedeciendo las “cosas sencillas” que nos pide el maestro. 

 

Dice Lucas 25:23. “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”

 

Inténtalo! Comienza hoy orando, leyendo un versículo de la Biblia y como le dijo Jesús a Natanael: “Cosas mayores que éstas verás”  

 

ENGLISH TRANSLATION

Jesus had come to the shores of the Sea of Galilee to rest, pray, and prepare for a new day. At the same time, in the same place, the disciples arrived tired, weary, frustrated, and without hope after spending the entire night without catching any fish.

When the people learned where Jesus was, they followed him to listen to him. There were elders and young people, rich and poor, merchants and rabbis, healthy and sick, all listening to someone who taught with the authority of heaven. Fulfilling what the prophet Isaiah had said: “Land of Zebulun and land of Naphtali, the way to the sea… The people living in darkness have seen a great light…” (Matthew 4:15-16).

While Jesus was teaching the people, the disciples were washing their nets and listening to Jesus’ words. They were getting everything in order for the next fishing trip. Today, we also have the opportunity to listen to sermons on YouTube or praise music on Spotify while we work.

The Bible says in Romans 10:17, “So faith comes from hearing, and hearing through the word of Christ.” As they worked, they heard the word of God, and this developed faith in the fishermen.

Jesus’s First Command: “Put out into the deep.” What Jesus asked of Peter was quite simple. To obey this command, Peter didn’t need faith. However, many times we don’t want to obey the easy, the simple things the Lord asks of us. We speak and think that we will be faithful in difficult times, like persecution. Naaman also had this problem. He was willing to do difficult things. His servants asked him, “If the prophet had told you to do something difficult, wouldn’t you have done it? So why not do something simple, like ‘wash and be cleansed’?” The command was simple, and Peter obeyed.

Second command: “Put out into the deep and let down your nets.” Now, this request from Jesus was more challenging. Casting the nets at the wrong time and place could result in failure. Peter had been thinking all night about John the Baptist, the mission’s failure in Judea, the wickedness of the priests and rabbis, and now, looking at the empty nets, he felt like a failed fisherman. The future seemed dark and hopeless. But out of love for his Master, he obeyed. If Peter had not obeyed the first simple command, he would not have witnessed this great miracle.

Many times, we want to see miracles, but we are not willing to obey the simple things the Lord asks of us in order to witness His work. If we offered a free seminar on “How to save a penny,” how many people would sign up and come to learn? NO ONE. But if we offered a seminar on “How to save a million dollars before you turn 60,” I believe MANY would be interested. My wife’s grandfather used to say, “Take care of the pennies, and the dollars will take care of themselves.” Is it difficult to save a cent? NO! We can all do it. But we don’t value the small things. However, to see bigger things, we have to start by obeying the “simple things” that the Master asks of us.

Luke 25:23 says, “His master replied, ‘Well done, good and faithful servant! You have been faithful with a few things; I will put you in charge of many things. Come and share your master’s happiness!'”

Give it a try! Start today by praying, reading a Bible verse, and, as Jesus said to Nathanael, “You will see greater things than these.”