Cuando muchos de nosotros hablamos de ejercicio físico, siempre viene a nuestra mente el ir y pagar a un gimnasio. Muchos simplemente no sabemos qué es y cómo hacerlo.
Empecemos a definir qué es el ejercicio físico:
Se llama ejercicio físico a cualquier actividad física que mejora y mantiene la actitud física, la salud y el bienestar de la persona. Se lleva a cabo por varias razones, como el fortalecimiento muscular, mejorar el sistema cardiovascular, desarrollar habilidades atléticas, pérdida de grasa o mantenimiento, bienestar emocional así como actividad recreativa.
En esta época todos sabemos la importancia de hacer ejercicio. Sin embargo cada día es más difícil realizarlo, especialmente porque tenemos muchas facilidades que nos ayudan de cierta manera pero nos hacen ahorrarnos el ejercicio físico.
Antes era muy común el caminar, hoy vamos en carro a todas partes. Los trabajos con más frecuencia tienen poca actividad física o ninguna; y demandan gran parte de nuestro tiempo. Y así pasamos horas sentados. Al cansarnos demasiado, resulta que preferimos ir a descansar a nuestra casa y sentarnos a ver televisión, o jugar con juegos electrónicos que nos demandan permanecer sentados por más tiempo. Al llegar la noche simplemente nos acostamos a dormir, y al día siguiente la rutina.
Con esta rutina y si no tenemos tiempo de hacer nuestra comida saludable, empezamos con el problema del sobre peso.
Dios puso movimiento en nuestro cuerpo, desde una célula, hasta la circulación sanguínea, así como el cerebro y nuestro sistema digestivo, todo está en constante movimiento, aunque estemos dormidos. Y es necesario que para fortalecimiento de nuestro organismo tengamos un poco de actividad. Cuando practicamos con regularidad el ejercicio físico, y se pone en práctica, si lo adaptamos a la edad, y las posibilidades de cada cual, no se limita a beneficiar solo a la musculatura, sino que se extiende a todos los órganos y funciones de nuestro cuerpo.
El doctor Ernst Schneider, en su libro Salud por la Naturaleza en las páginas 160 y 161 nos explica de la siguiente manera los efectos beneficiosos del ejercicio físico:
SISTEMA CARDIOVASCULAR:
- Facilita la circulación venosa de retorno.
- Estimula la circulación sanguínea y acelera los latidos del corazón, lo cual mejora la irrigación de los músculos inactivos incluido el cerebro.
- Favorece la presión arterial.
- Evita la coagulación de la sangre, previendo la trombosis y el infarto.
APARATO RESPIRATORIO:
- Aumenta la profundidad y frecuencia de la respiración.
- Facilita la expulsión de la mucosidad retenida en las vías respiratorias.
APARATO DIGESTIVO:
- Mejora la capacidad digestiva.
- Facilita la evacuación de heces.
SOBRE LA PIEL:
- Mejora la circulación sanguínea e hidratación de la piel.
- Contribuye a eliminar los antiestéticos depósitos de grasa y a tonificar el pecho y el vientre fláccidos.
- Permite devolver a los tejidos la tersura y la elasticidad que se van perdiendo por efecto de la inactividad.
SOBRE LA MENTE:
- Ayuda a ejercer una influencia psicológica muy positiva
- Canaliza muchas tensiones psíquicas y emocionales que pueden dar lugar a desequilibrios psíquicos o a alteraciones funcionales de los órganos.
- La relajación y calma interior que proporciona el ejercicio físico facilita la adquisición de la fuerza necesaria para seguir un nuevo estilo de vida más saludable.
Está de más decir que el ejercicio es vital para nuestra sobrevivencia. Hay estudios que muestran que la inactividad está matando con más frecuencia, que la causada por cualquier otra enfermedad.
Si necesitamos empezar una rutina de ejercicios, empecemos por dar una caminata alrededor de nuestra cuadra, aumentando poco a poco; primero despacio y luego hagámoslo mas rápido. Y aumentemos las cuadras que caminemos. Pero recordemos que toda actividad es necesario adaptarla a nuestra edad y a nuestra capacidad. Si podemos pagar un gimnasio, en hora buena, adelante. Animémonos a hacerlo, es necesario para mantener una salud física y mental equilibrada.
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
(1 de Corintios 6:20)
Fuentes: Salud Por Naturaleza Doctor Ernst Schneider.